El agua es un recurso indispensable en el hogar para la higiene personal, el aseo, consumo y riego. Pero ¿qué pasa con los desechos del agua que ya hemos consumido? Las aguas residuales domésticas pueden transportar organismos que causan enfermedades, al igual que sustancias químicas nocivas y metales pesados. Al reintegrarse en el subsuelo y filtrarse en la tierra y el manto acuífero (depósito de agua subterránea), son potenciales a ocasionar problemas ambientales y de salud. Para evitarlo, se implementan sistemas de tratamiento, los cuales son seleccionados según las características del sitio.
Los sistemas de tratamiento de aguas residuales se seleccionan según las características del sitio, pudiendo ser centralizados o descentralizados. Los centralizados, como sistemas de drenaje y plantas de tratamiento, suelen implementarse en ciudades grandes debido a sus costos y requerimiento de energía y personal. En sitios con menor densidad poblacional y bajo consumo de agua, la opción más apta son los sistemas descentralizados en los cuales el agua es manejada, tratada y dispuesta (o reusada) in situ.
En Aldea Holbox nos comprometemos con el cuidado del medio ambiente para preservar la selva, los cenotes y la salud de los y las residentes por lo que en el desarrollo residencial se implementará el uso de biodigestores. Un biodigestor es un tipo de tratamiento descentralizado, es decir, que debe instalarse uno por vivienda y que, a diferencia de una fosa séptica (sistema frecuentemente utilizado en la Península de Yucatán), reduce la presencia de contaminantes en el agua hasta en un 90%. Además de ello, son de mantenimiento sencillo y controlan olores y presencia de insectos.
El funcionamiento del biodigestor consiste en un tanque libre de oxígeno que realiza el tratamiento de aguas residuales por medio de microorganismos que disolverán y degradarán los sólidos orgánicos que entren, en un proceso conocido como digestión anaeróbica. El tratamiento se realiza en 3 etapas:
- En la primera etapa el agua residual ingresa a través de las tuberías de la vivienda hacia el tanque y se realiza la separación de sólidos (lodos) y líquidos (agua).
- En la segunda etapa, el agua es descompuesta por las bacterias.
- En la tercera etapa el agua pasa por un filtro anaerobio que se encuentra al centro del tanque, en el cual se retienen más contaminantes.
- Por último el agua sale del biodigestor hacia una zanja de infiltración.
Como resultado de este proceso, el líquido sale del contenedor y se reintegra al manto freático. Por otra parte, los lodos son almacenados al interior del biodigestor y deben ser retirados anualmente. Este mantenimiento consiste en abrir una válvula durante unos minutos hasta que el contenedor se vacíe. Los lodos son inoloros y pueden ser utilizados como abono posteriormente si se desinfectan con cal.